Descansar es crucial para la salud.
El sueño es fundamental para el desarrollo óptimo del sistema nervioso central y para la ejecución de tareas cognitivas como la atención, el aprendizaje y la memoria. Además, cuando dormirmos, hacemos mucho más que descansar: el cerebro fija los recuerdos y nos prepara para adquirir nuevos conocimientos.
Sin embargo, en el contexto moderno, las horas de sueño se han reducido drásticamente en la población, afectando esto, especialmente, a los niños.
Los niños que duermen lo suficiente pueden aprovechar mejor la estimulación de su entorno, y son menos propensos a problemas de comportamiento e irritabilidad.
Por eso, es importante que los padres ayuden a sus niños a desarrollar buenos hábitos de dormir desde una edad temprana.
Aunque puede que se muevan algo menos en esta situación de confinamiento, los niños y niñas de estas edades necesitan, como norma, mucho tiempo de descanso, de siesta y nocturno.
En un cuestionario, realizado recientemente (marzo de 2020) por nuestro Equipo de Atención Temprana, contestado por 56 educadores y educadoras de nuestra zona, se encuentra que a la pregunta de: ¿Cuánto tiempo de descanso nocturno crees que es apropiado para estas edades?, vuestros y vuestras profes, educadores especialistas y con larga experiencia en este tramo de edades, contestan que:
8 horas | 1 respuesta | 1.8% |
9 horas | 3 respuestas | 5.4% |
10 horas | 12 respuestas | 21.4% |
11 horas | 19 respuestas | 33.9% |
12 horas o más | 21 respuestas | 37.5% |
Por tanto, con respecto al tiempo de descanso nocturno aconsejado por los especialistas docentes para estas edades, encontramos que la mayoría (un 71.4%) opina que lo adecuado es que duerman 11 o más horas (el 33.9% opina que deben dormir 11 horas, y el 37.5% es de la opinión de que deben dormir 12 horas o más).
Si importante es la cantidad de tiempo de sueño, también lo es su calidad. Más adelante, hablaremos de la respiración y el descanso nocturno en estas edades tempranas.
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